Los municipios de Moura y Odemira vuelven este lunes a la primera fase de la deflación, entre otras medidas, se hará efectivo el cierre de las terrazas, entre otras medidas., ventas al portillo y cierre de otros establecimientos. La autarquía y la población no se ajustan.
Rute y ricardo, de 36 y 38 años de edad, invirtió todos sus ahorros, más que 10.000 euros, y el jueves por la mañana las puertas del Café Central se abrieron por primera vez a una nueva vida. Diez horas después, escucharon al Primer Ministro anunciar que el lunes el municipio de Moura estaba retrocediendo en la desconfianza y solo podía vender a los falsos.. "El suelo ha desaparecido de debajo de mis pies, fue un duro golpe. Sin terraza, cierro la puerta ", lamentando que "nuestros cuatro hijos menores serán los más castigados", sin esconder las lágrimas.
Junto a José Correia, propietario de prêt-à-porter, estaba "desolado y devastado. Las estrategias también se replantean ", justificando que la evaluación de 15 en 15 días "es ridículo. cerramos dos meses, ahora abrimos dos semanas, cerramos de nuevo. pérdidas ? Ni siquiera vale la pena hablar de ello, es devastador ", terminado.
en la calle Mouraria, Jorge Liberato, emprendedor de catering para 32 años de edad, creía que "al menos mantendríamos las terrazas. Regresar es el hacha final. Es la peor crisis que recuerdo haber atravesado ", sosteniendo que "cada caso es un caso y sigo creyendo que se revisará la situación", concluido.
En medio de la plaza Sacadura Cabral, el centro neurálgico de la ciudad, Álvaro Azedo, el presidente del municipio fue el símbolo de la revuelta morisca. "Siempre tuve la sospecha de que nos sancionarían severamente. mas que exasperado, Estoy enojado, porque las cosas se hacen con regla y escuadra. Moura no es Lisboa y estas terrazas no son las del Bairro Alto ", justificando que en el consejo "nadie se da cuenta de que tenemos que cerrar", cuando hay 17 casos activos en la ciudad.
Además de Moura, Odemira todavía está por encima del 240 casos y volver al escenario 1 de desconfianza. En otras palabras, las terrazas se cerrarán de nuevo (solo las escuelas permanecerán abiertas) comparado con lo que existía antes. La venta a la persiana y las peluquerías se mantienen abiertas..
Teixeira Correia
(periodista)