Opinión (José Lúcio / Juez): Derechos y deberes.
Somos testigos, en nuestro tiempo un fenómeno nuevo, que podrÃa llamarse derechos de la inflación - o hiperinflación, como solÃa decir cuando sà violentamente incendios.
(Juez Presidente del Condado de Beja)
El observador de la meditación más determinada, obviamente, ajeno a la novedad histórica. Otra parte relevante de la educación épocas pasó el estrés de los deberes de cada uno. Y hasta ahora todos coinciden en que la normalidad de las cosas entre los derechos y obligaciones tiene que ser una cierta correspondencia, un poco de equilibrio.
Sin embargo, derechos estaban tomando toda papel, tal que no tendrÃa lÃmites, mientras que los deberes se han ido borrando los discursos - todo en un frenesà derechos aleteo, se quejan de que el propósito y sin sentido, y nadie parece sentir que también está relacionado con los deberes.
Pronto existe el peligro de que se trata de un escándalo de recordar, aunque sólo sea con timidez y el miedo, las personas también tienen deberes.
Supongo que esta confusión contribuye en gran medida a muchos descontentos y revueltas. La multitud de hecho ellos mismos convencidos de que sólo tiene derechos, y las personas han desarrollado una sensibilidad especial para todos los que registran sus funciones.
Instituciones como los tribunales, o genéricamente la administración de Justicia, en la primera fila son inevitablemente se dirige a tales descontento. Desde logo, su simple evocación recuerda la existencia de normas, recuerda las limitaciones, y la nueva mentalidad no les gusta estas realidades.
Después, el esfuerzo constante de los derechos brutos nunca puede ser suficiente para complacer a aquellos que entender que siempre tiene más, y es inevitable descontento razón para que cualquiera pueda ser llamado para dar cuenta de sus funciones.
AsÃ, los tribunales están en la situación incómoda de desagradar a todos. Unos porque querÃan más, otros porque querÃan menos - y todos salen de la experiencia infeliz.
y, sin embargo, sin embargo, Sin embargo ... más que nunca las Cortes, y el aparato de administración de justicia (y la propia ley!), Son indispensables para la salud de las sociedades contemporáneas.
La hablado tan a menudo de Justicia crisis tiene más que ver con la anomia tendencia del hombre contemporáneo que con un factor interno.
Los hombres son más propensos que la adicción a la virtud. Siempre han sido, y el tiempo no ha cambiado nada sustancial. Si tenemos en cuenta lo que tiene el mayor, nuestros contemporáneos son ciertamente más civilizados que sus antepasados ​​primitivos, no tenÃan televisión y no tenÃan conocimiento de Internet. sin embargo, despojado de todo lo que tienen extranjera, siendo la misma - en las cuevas o en Wall Street, un hombre es un hombre.
Creo que es por eso, por ser tan fácil caer en los malos caminos que aumente la rectitud, que las sociedades humanas nacieron reglas poco estructurados de conducta, y que estas reglas tenÃan que ser protegidos por mecanismos que tratan de garantizar su eficacia. Los ideales son héroes alevantados; pero todos necesitan que se les recuerde lo básico, lo que distingue a las citadas empresas de cualquier selva.
Los tribunales están ahÃ, como un recordatorio permanente de que hay reglas y una sociedad humana no puede vivir sin ellos.
(Texto escrito bajo la regla anterior a deletrear AO1990, por la opción del autor)