Opinión (José Lúcio / Juez): Perplejidades de un irrecuperable.
El Presidente de la República y el Ministro de Justicia está más allá de duda, las personas de la sensibilidad fina y sentimientos nobles. Es comprensible, por tanto, su conmoción ante el triste destino de una perra que intentó eliminar el hijo recién nacido tirar a la basura.
juez
TodavÃa estoy inclinado a pensar, respetuosamente, serÃa aconsejable de ellas la moderación mayor en la expresión de sus emociones. Pienso, en particular, será la agenda del ministro si resuelve, por cuestiones de equidad, ir a visitar las cadenas de toda abandonada la suerte de los que los tribunales aplican la medida de libertad vigilada. Es que hay muchos, y todos disfrutan de iguales derechos. Y lo que será el Presidente de la República va a hacer declaraciones públicas en todos los casos ante la justicia y que motivan tratamiento procesal idénticos? Usted no tendrá las manos llenas, incluso teniendo en cuenta su facilidad de expresión conocida.
Lo mismo que decir en relación con la sentencia reconoce inmediatamente en el caso de la Sra Presidente del Instituto de Alimentos para Niños, jubilada de hecho magistrado, que rápidamente decretó que la madre del niño no querÃa matar, dando asà a los hechos otorgados de los cuales obviamente se tiene que demostrar. Creo que los juicios y sentencias tienen su tiempo y lugar establecidos en el derecho procesal, y que los ministros y presidentes deben abstenerse de emitir hechos prejuzga ignorar y que son responsabilidad de los órganos de soberanÃa claramente identificados en la Constitución y la Ley.
Pero este es mi pensamiento, y tengo que admitir que son mis casmurrices. La humildad no se hace daño a nadie, y no quieren a dudar de mi.
Em todo o caso confesso a minha perplexidade ao acompanhar a avalanche noticiosa gerada em torno da ocorrência. Junto con la comprensión de que el autor desafortunado de los hechos del caso también llegó cierta indignación en las redes sociales. Después de todo, siempre habÃa un niño que fue arrojado al contenedor de basura, y que sólo por un milagro no seguir el destino de la trituradora o compostaje.
No puedo tomar mis pensamientos, sin embargo, la incongruencia de las leyes penales que rigen estos asuntos entre nosotros. el autor de tales hechos tenÃa deshecho el niño algún tiempo antes, todavÃa en el útero, y habrÃa asegurado la complacencia general. Decidió esperar, y tratar la eliminación poco después del nacimiento. A consecuencia, Está sujeto a una fuerte censura penal, posiblemente traducido en un tratamiento punitivo severa. Asà tenemos que el punto crÃtico de las mentiras Diferencia de valoración de la visibilidad de la vÃctima. El mismo niño asume diferentes valores, asà como ya se ha nacido o esperar el momento.
Son las paradojas de nuestro tiempo parece abundar. El clamor generalizado para protegerse traga nidos o orquÃdeas silvestres hojas olvidados y fuera de la vista ninguna preocupación por nacer humana. cortar el acebo, o aplastamiento huevos Partridge, y ver cómo se hacen daño.
Temo que la confusión es a empeorar progresivamente. ImagÃnese por un momento lo que serÃa si alguien tiró en el contenedor de basura una camada de cachorros, con el fin de deshacerse de ellos. Incluso los adoquines gritarÃan baba y moco. Gale en las redes sociales nunca se conforme con menos de la horca. No valdrÃa la pena mitigar el criminal en un crimen tan horrible.
Y apuesto a que ninguna palabra vendrÃan en defensa de la criatura tan vil, desde la más alta a las instancias más bajas. Suspiremos, porque. Era un niño, y fue horrible. Pero, hojas de parche, No era el perro.
(Texto escrito bajo la regla anterior a deletrear AO1990, por la opción del autor)