Opinión (José Lúcio): mundo maravilloso.
La lectura de la prensa de hoy he aprendido que el Dr.. Luis Montenegro en el paÃs en que se maneja por Filipe, la madre lo llama Filipinho y la escuela era el guisante. Naturalmente suavizado sentir con estas intimidades, y me invadió un sentimiento de gratitud hacia el periodismo que se plantea con tanta generosidad en el asiento etéreo que cada dÃa se empeña en aumento (Camões que soy lo siento abuso).
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sin embargo, aunque encantados con este paÃs tierno y anestesiado, y cómplice vagamente orgullo en el disfrute de periodismo que sirve, No he podido evitar un tenues y distantes nubes, un poco de inconvenientes, llegado rondar la tranquila serenidad del paisaje.
No voy a hablar del caso del escándalo de gigantismo, debido a que el objeto de tal tamaño supera mi capacidad de comprensión y en última instancia a nuestra prensa referencia relega el tema de cada sub partidas y algunas consideraciones genéricas y mundanas sólo puede ser debido a que no tiene la importancia que mi ingenuidad le da. Tengo que aceptar que cuando se trata de millones o mil millones a alguna persona en el nivel de monedas no está calificado en especial de entender.
Estaba pensando antes de que esos trastornos que las televisiones generosamente nos proporcionan, siempre con el marco adecuado. Lejos de mà para dudar de que tal falta de respeto son perfectamente explicables por la represión policial y la discriminación social y racial, y la policÃa de lapidación, destrozar coches y prender fuego a las comisarÃas y los contenedores de basura son expresión legÃtima de descontento y la revuelta. Sin embargo,, No puedo evitar sentir cierta incomodidad ante la idea de que los que sufren pérdidas, en los cortes de carreteras públicas, en la destrucción de los equipos municipales, en el atentado con coche, son obviamente los más débiles y desfavorecidos de nuestros ciudadanos - y nunca instalado en el poder de alfombras, en la comodidad de oficinas, y asesorar al sistema de prebendas.
Pero, paciencia – Tengo que resignarme: Se los miembros más ilustrados y progresistas de nuestro informe clase polÃtica de que todo se resuelve mediante la educación de la policÃa (después de unos estudios rigurosos) y la difusión de las escobillas de goma por los reclamantes y sus asociaciones más folletos y subvenciones, ¿quién soy yo para cuestionar que asà sea.
Y por la forma en que estos eventos pueden incluso ser vistos por un ángulo muy positivo: Si Lisboa no es ParÃs, va más allá de los avances y segura. Pensemos positivo, caballeros!
No obstante, se espesa hasta el clima pre-electoral y competidores se esfuerzan por obtener ventajas en la lÃnea de salida. A decir verdad vamos a pasar el año. No se espera que en tal situación temporal que la prensa a la tierra o de los polÃticos aceptan que decir algo que puede perjudicar a juicio de los votantes. Tenemos la certeza de que el año será de fuegos artificiales, especialmente verbal, cuando no de confeti y serpentinas. No obstante, es verdad, hay problemas graves y las probabilidades apuntan hacia su empeoramiento. Pero, ¿quién será para llevarnos a esta realidad y la necesidad de enfrentar?
Entre las élites reina una natural indiferencia. No hay sentido de la responsabilidad o culpa. En realidad, se instala entre la clase polÃtica que gobierna creencia nos tan maravillosamente firme de que si algo va mal en la culpa paÃs sólo puede estar en el propio paÃs.
Esta idea me parece prudente, y ellos mismos deberÃan prestarle atención. Si el daño está en el paÃs, entonces el remedio serÃa intercambiar el paÃs. Sin embargo, si la generalización de la gente la creencia de que el desajuste radical entre el paÃs y los que se van destinos de mando, más natural será el paÃs para decidir intercambiar polÃtica.
O problema, hasta ahora, Ha sido en no encontrar personal para el intercambio.
(Texto escrito bajo la regla anterior a deletrear AO1990, por la opción del autor)